Las cadenas de suministros demuestran lo esenciales que son
Aunque no debería hacer falta decirlo, la importancia de la cadena de suministro para los principios básicos, tanto de la economía, como de la sociedad, lleva subestimándose en gran medida durante mucho tiempo.
Para la mayoría de la población, la situación actual ha cambiado nuestros hábitos. Refugiarnos en el hogar, mantener el distanciamiento social o la necesidad de educar a nuestros hijos en casa, son términos en los que probablemente nunca nos habíamos detenido a pensar, pues realmente no teníamos motivos, ni necesidad en hacerlo.
Si hay una conclusión clara que podemos extraer del momento actual, es que si no fuera, como estamos comprobando a diario, por la fuerza y la resistencia de las cadenas de suministro en todo el mundo, la situación podría resultar aún más desafiante.
Si continuamos pensando en toda esa cantidad de servicios esenciales que continúan desarrollándose, como el servicio postal, los servicios de paquetería y entrega a domicilio, los supermercados y las tiendas con productos alimentación o limpieza, sin olvidar a los siempre presentes sanitarios, tanto en farmacias, como en centros de salud y hospitales, entre otros, podemos hacernos a la idea de lo aún más complicada que se volvería la situación si no pudiéramos contar con todas estas opciones. Así como por qué los llamamos esenciales.
Y si supermercados, tiendas, farmacias y en general todos estos establecimientos pueden continuar prestando sus servicios, es gracias a que la cadena de suministro y los servicios de distribución continúan a pleno rendimiento. A ellos también les ha ayudado, entre otros factores, la digitalización del sector logístico.
Detrás de la mayoría de los artículos que recogemos en el estante de una tienda, hay una gran combinación que involucra a, por lo menos: un productor y/o manufacturador, un recolector y empacador del almacén, 3PL, un transportista marítimo y/o un proveedor ferroviario o intermodal, un agente de transporte de mercancías, un conductor de camión, así como muchos más factores que podrían incluirse en esta ecuación en función del tipo de mercancía, procedencia y características, entre otras cosas.
Por todo lo comentado anteriormente no debería hacer falta continuar diciendo que la cadena de suministro y la logística son tan esenciales como las industrias y establecimientos a los que proveen, pues uno sin el otro, no tienen sentido. Y es algo que también debería ser conocido y apreciado por los que están fuera de nuestro sector. Y tenemos la ilusión de pensar que el mensaje está calando en la sociedad.
No obstante, desde los gabinetes de comunicación de prensa de los gobiernos de todo el mundo, se están dando las gracias a todos los profesionales de la cadena de suministro y de la logística, que están permitiendo que nos mantengamos todos alimentados y abastecidos, con todas cosas que necesitamos. Así que, ¡GRACIAS!